Pues aquí está. Después de toda la expectación creada, los meses de trabajo a ratitos sueltos han dado su fruto. Como os decía, con la estimable ayuda de Soco (sin ella no hubiera sido posible) he ido haciendo esta colcha que será un cubrecama para mi nueva habitación. Supongo que al igual que "no está bien visto" que una madre no hable más que maravillas de su hija, (porque...qué otra cosa va a decir...) tampoco lo estará que una hija lo diga de su madre, pero a mí me

da lo mismo porque ambas somos muy objetivas y no nos pierden esas cosas. Como madre e hija que somos conocemos nuestras mejores virtudes, pero también nuestros defectos, y aún así, nos queremos con locura y nos encanta pasar largos ratos juntas, reírnos, charlar...Así que me gustaría decir de ella que si como madre para mí es la mejor, como profesional no se queda atrás. Es una persona exigente con los demás, pero lo es aún más consigo misma, y eso se nota en los resultados. Por ello, me siento muy orgullosa de tener el privilegio de aprender de ella y de contar con sus sabios consejos. ¡¡¡Gracias "Coco"!!!
Cambiando de tercio (y para que no me llaméis empalagosa ja, ja) os voy a contar un poco mi experiencia. Mi relación con la aguja nunca ha sido muy amistosa. Me gustaba más que la máquina de coser hiciera las puntadas por mí. Y de hecho, éste es mi primer trabajo "serio"de patchwork tradicional (a mano). El resto han sido cosillas como pequeñas colaboraciones en una colcha enorme mano a mano con Soco (ésa tiene un valor sentimental incalculable, así que espero heredarla algún día, que para eso soy la primogénita, je, je), una toalla de playa con aplicaciones para una persona muy especial, una funda para una libreta que le regalé a un buen amigo, y hasta ahí. Pero ahora que le estoy cogiendo yo el gustillo a esto de hacer las cosas a mi modo y semejanza...verás tú! Creo que éste será el comienzo de una larga lista de proyectos ji, ji. Eso sí, sin prisas.
Ahora vamos con la colcha. Probablemente el diseño central os resulte familiar, es muy conocido y se han hecho muchas versiones. Salió publicado en alguna revista, pero no recuerdo el nombre. El caso es que me gustó muchísimo, pero el original era para un tapiz muy chiquitín, y yo quería que fuera algo útil, así que...lo aumentamos. Algunos detalles como la orientación de la luna (mi luna está en fase creciente) o los ojos de los gatos los he cambiado: más número de ojos abiertos (en el original todos los gatos aparecen dormidos excepto dos) y con una expresión más gatuna, de ojito rasgado y grande. No veáis lo que practiqué ahí para hacer la puntada escondida (ahora ya no la tengo ni que esconder, ¡se me esconde sola! ja, ja). De la cenefa soy totalmente culpable. Tiene dos partes, y me gustaría contaros con qué idea la diseñé. Empiezo por la inferior y más importante:
1) Sobre el tejado en el que se acurrucan todos esos gatitos, camuflados entre tejas, bajo el cielo estrellado, se dejan ver otros animalitos importantes. Uno de ellos es nuestro gato negro azabache,
Musín (
aquí hablamos de él). Para mí es como mi "hermano pequeño" de 18 años. A algunos/as os sorprenderá que le dé este trato de "hermano", pero no es para menos, aunque no lo somos de sangre, nos hemos visto crecer mútuamente y hemos compartido muchísimos momentos. Hoy día soy incapaz de imaginarme llegar a casa y que no esté él. Saca lo mejor de cada miembro de la familia, nos hace sonreir, decir cosas bonitas y hablar en un tono más amable pese a que ése día uno llegue cabreado a casa por el trabajo o los estudios...Así que se merecía éste homenaje. Por otro lado, y siendo un poco trastos están unos roedores a los que también les tengo mucho cariño porque forman parte de lo que sería la familia "política" je, je. Son los jerb

os
Andresín y
Pincelín (
pincha aquí para conocerlos). El primero, muy "espabilao", está sujetando la madeja de la que penden los hilos donde se mece otro amigo roedor (éste es anónimo, un vagoneta más ja,ja), y donde se esconde en la esquinita izquierda Pincelín, que es el más sosegado y tímido de los dos. Su nombre se debe a que su cola (los jerbos tienen una larga cola) es como un pincel, gris hasta que su extremo se convierte en un mechón blanco. El pobre Musín, juguetón, como siempre, ajeno a lo que ocurre en el otro lado, lo único que pretende es hacerse con ese cabo de lana que no deja de moverse.
2) En la parte superior, más estrellas, de un tono más suave para dejar ver tres frases que cada uno de los personajes de la talla de
Leonardo Da Vinci (arquitecto, ingeniero, escultor, pintor...gran artista italiano),
Guillermo de Aquitania (primer trovador que se conoce en lengua provenzal) o
Jules Renard (escritor y dramaturgo francés) dedicaron al felino doméstico. Las citas que se pueden leer, están bordadas rodeando la cenefa (de izquierda a derecha):
"L'idéal du calme est dans un chat assis." - Jules Renard. ("El ideal de calma es un gato sentado").
"La elegancia quiso cuerpo y vida, por eso se transformó en gato." - G. de Aquitania.
"Anche il più piccolo dei felini, il gatto, è un capolavoro." - Da Vinci. ("Hasta el más pequeño de los felinos, el gato, es una obra maestra").
Toda ella está hecha a mano. Lo cierto es que pensé por un momento coser el remate final oscuro a máquina, se veían tan largas esas tiras...pero enseguida deseché la idea. Me daba pena acabar a máquina lo que había sido empezado y hecho, desde un principio, a mano. Así que ahora puedo decir que es artesanal de pies a cabeza ;)
Espero no haber sido muy plasta con la explicación, pero para una cosita que hago no quería que pasara desapercibida, je, je. Yo no soy, ni mucho menos, tan productiva como el resto de alumnos/as de Soco, y una se siente tan poca cosa viendo tal cantidad de trabajos esmerados y bien hechos... Lo cierto es que no podemos ni enseñaros la mitad de todo lo que hacen las personas que pasan por El Taller porque algunos/as son tan eficientes que cuando nos queremos dar cuenta ya tienen sus trabajos terminados y no hemos podido sacarles ni una foto. Aunque yo creo que con las pequeñas muestras que os vamos dejando ya os haréis una idea.

Como primera labor, quiero hacer una dedicatoria (sí, sí, llegados a este punto, no me pienso cortar, esta entrada es para mi colcha y voy a "entrarla a lo grande" ja, ja). Me gustaría dedicar esta colcha a todas las personas que se inician en el patchwork, para que descubran lo gratificante que resulta crear algo con las propias manos, y en especial a Soco, por supuesto, y por último, y no menos importante, a todos/as aquellos que la han visto crecer y han ido preguntado por mis progresos, ¡eso me ha animado mucho!
Un
abrazo para todos y gracias por haber llegado hasta aquí. Ha sido un placer haber compartido con vosotros estas palabras ;)
